martes, 5 de marzo de 2019

2000 SEVILLISTAS TENDRÁN QUE ESPERAR


Fuente: Diario de Sevilla
El 18 de marzo del pasado 2018 en las páginas de Diario de Sevilla era posible conocer el proyecto de remodelación de las gradas del Ramón Sánchez-Pizjuán que aportaría 4.380 nuevas localidades distribuidas en las cuatro zonas del estadio. El entonces consejo de administración, integrado por algunos profesionales de reconocido prestigio, hoy dimitidos, aprobó un proyecto que aportaría mayor seguridad y un mayor número de asientos para dar respuesta a las solicitudes de nuevos abonados. El proyecto, dividido en siete fases, de las cuales ya se encuentran ejecutadas las dos primeras con la ampliación de la grada de fondo, preveía para el próximo parón veraniego, la remodelación de las gradas de Gol Norte y Gol Sur, obteniendo alrededor de 2.000 nuevos asientos para las economías menos favorecidas. El proyecto se concluiría con la remodelación de la grada de preferencia en la séptima fase. Nada se conocía entonces de una sociedad opaca constituida en Delaware, propietaria a posteriori de esa sociedad que dice haberse gastado casi diez millones de euros en acciones del Sevilla Fútbol Club.

De todos es conocido que esta sociedad ha pasado a formar parte del consejo de administración tras los nefastos acuerdos de la última Junta General celebrada en diciembre.

Días después, resultaron llamativas las palabras de un apoderado de esta sociedad, un tal Blázquez, en su única entrevista hasta la fecha, cuando manifestó en Orgullo de Nervión que en su opinión el Sevilla necesitaba mejorar el nivel de ingresos en relación con el Sánchez-Pizjuán. Palabras que parecen haber calado en el consejo de administración, demostrando el peso que la sociedad que representa tiene sobre los actuales administradores.

El pasado 25 de febrero de este año, con motivo de la Asamblea General de la Federación de Peñas Sevillistas , durante la intervención del Director General del Sevilla Fútbol Club, José María Cruz, se pudo conocer la intención del Consejo de dar prioridad a la grada de preferencia, desplazando con ello en el tiempo la remodelación de las gradas de Gol Norte y Gol Sur, lo que dejará a mas de dos mil sevillistas sin la posibilidad de acceder al abono, principalmente aquellos con menor capacidad económica, durante al parecer dos años más

La razón esgrimida por el Director General, para dar prioridad a la grada de preferencia, no es otra que la posible celebración de una hipotética final en el Ramon Sánchez-Pizjuán. Uno de los requisitos que la UEFA exige para que el estadio pueda optar a la celebración de la final es que la grada disponga de la llamada zona Hospitality. Ésta es una zona, según consta en la propia “Guía UEFA de Estadios de Calidad que ofrece servicios exclusivos para clientes VIP o VVIP, lo que UEFA define como invitados especiales, socios comerciales y clientes de empresa y que para la final a disputar este año en Bakú la UEFA a establecido unos precios entre 690 y 890 euros.


A nadie se le escapará que ello supone un desplazamiento de las autenticas necesidades de la masa social sevillista en beneficio de los intereses de las sociedades que andan lampando por hacerse por cuatro duros con lo que el sevillismo ha construido. Para estos individuos que se esconden en Delaware y sus socios ¿qué significan 2.000 sevillistas que puedan acceder por primera vez al Sánchez-Pizjuán o esos socios que puedan encontrar una localidad para ir acompañados de sus hijos? Pues como pone de manifiesto la decisión de retrasar las obras de Gol Norte y Gol Sur, algo absolutamente secundario. Para estos individuos es mucho mas importante invertir en sus “invitados especiales”, que al final dejaran algunas migajas cuando alguno se acerque a ver a su Madrid o Barça de turno.

El Sevillismo no necesita finales de Europa League ni zonas Hospitality, ni palcos VIP, que ya sabemos el escasísimo rendimiento que dejan en las arcas de la entidad, el sevillismo necesita localidades para sevillistas y para sus familias, necesita accesos seguros, necesita una cubierta y sobre todo, necesita profesionales sevillistas en su Consejo de Administración que velen por su masa social y su patrimonio. Aquí nunca han hecho falta mecenas ni especuladores, esos mientras más lejos mejor, sobre todo cuando necesitan de sociedades para que el sevillismo no sepa quien se esconde tras ellas

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